Rapidshare ha perdido un juicio, en el cual las compañías más grandes del mundo encargadas de publicar libros pedían que se borrasen 148 obras literarias alojadas en los servidores de la empresa de hosting. Además exigían que no se volviera a permitir que ningún usuario subiera dicho material. La Corte de Hamburgo sentenció que para el 17 de febrero se deberían borrar cualquier copia de dichas obras, pero que a partir de ese momento RapidShare deberá monitorear los archivos que se suban, para que no se vuelva a repetir el suceso.
Por el momento esto sólo afecta a dichas publicaciones, pero podría extenderse a más tipos de contenidos. Ahora es momento de preguntarse, ¿cómo hará RapidShare para filtrar efectivamente dichos contenidos?.
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