Un jurado federal ha encontrado culpable a Jammie Thomas-Rasset, de 32 años, del delito de violación de 24 contenidos protegidos por derechos de autor. La mujer sufrió un fuerte sofoco al conocer la sentencia y no es para menos, ya que la sanción asciende a un total de 1,92 millones de dólares.
La cifra señalada da una media de 80.000 dólares por canción, cuando su precio en compra legal es de 99 centavos, menos de un euro, sobrepasando la petición original de 9.250 dólares por canción que hizo la RIAA. Al parecer, el jurado consideró que Thomas era una mentirosa, hecho que dio lugar a esta decisión.
Por otro lado, las pruebas contra Thomas incluían su nombre de usuario en Kazaa, su disco duro, su dirección MAC, su cable modem y su tarjeta Ethernet.
Para terminar, Jammie insinuó que no tiene intención de pagar, ya que dijo que ellos han hecho su trabajo, pero que tengan suerte intentando cobrar esa cantidad de ella.
El caso parece bastante sobredimensionado y si consultamos distintas fuentes no terminan de dejar claro si dicha condena tiene en cuenta que ella sólo se descargó dichas canciones o también es culpable de distribuirlas, aunque evidentemente mientras se descargan se comparten.
Buscando un poco más, por lo que hemos leído, esta mujer ya se enfrentó a otro juicio en 2007 por compartir unas 1.700 canciones, en dicho caso fue declarada culpable y multada con 220.000$, sin embargo apeló y éste ha sido el resultado, tomando sólo 24 canciones como una muestra representativa.
Sin embargo otras fuentes señalan que fue hace 3 años que la acusada tuvo un juicio sobre estas 1.700 canciones, en ese juicio se preveía una multa de unos 200.000$, pero el juez anuló el caso por un error en el procedimiento de la instrucción del mismo. Fue entonces cuando las discográficas (RIAA) se centraron en dichas 24 canciones por volverla a llevar ante los tribunales. Sea como sea, parece que aún quedan muchas cosas por aclarar y veremos algún episodio más del caso, aparte de que no hay datos sobre el estatus económico de la condenada que nos haga pensar que podrá asumir el pago de dicha condena.
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