De entrada NVIDIA ha demandado a Intel por incumplimiento del contrato que les permitía el uso cruzado de la propiedad intelectual de ambas compañías. En concreto, de redefinirlo para que Intel pueda seguir usando patentes de NVIDIA, mientras que NVIDIA no puede fabricar chipsets para los procesadores con controlador de memoria integrado como es el caso de los Core i7.
Pero además, debido al hecho de hacerlo público, afecta a la demanda de chipsets que no se encuentran en la disputa, y que de momento siguen siendo lo más comprados por los fabricantes de placas base.
Drew Henry, director general del negocio MCP (Media and Communications Processor), describe la situación como un viento que sopla en contra y que hace difícil vender sus productos a los fabricantes de placas bases y portátiles.
Creen además que Intel está usando patentes de NVIDIA en sus gráficas integradas actuales y que no serán capaces de sacar adelante Larrabee sin usar unas cuantas más. Y de hacerse un uso indebido del contrato cruzado, pedirán a los tribunales rescindir el mismo.
Lo mismo que le dijo Intel a AMD, con las patentes x86 se lo dice ahora NVIDIA a Intel: ellos no querían ir a los tribunales, pero lo ocurrido con la plataforma Ion ha sido la gota que ha colmado el vaso, durante las negociaciones privadas a lo largo de este año.
Cuando se le pregunta que harán si se sentencia que Intel tiene razón, responde que siempre podrán sacar otros productos, como por ejemplo Ion 2 para procesadores de VIA, que por cierto se rumorea, podría comprar gran número de acciones la propia NVIDIA, pero eso ya es otra historia...
Fuente: DarkVision Hardware.
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