lunes, 22 de diciembre de 2008

5 mitos sobre ahorro energético, al descubierto

Mientras en Noticias 3D preparamos un editorial sobre consumo energético y la relación, siempre difícil, entre informática y medio ambiente, leemos en Infoworld un artículo en el que se mencionan 5 mitos relacionados con la falta de ahorro de energía, y que Forrester se encarga de desenmascarar.

Hay, pues, 5 excusas que muchos usuarios aplican y que van en contra de ese ahorro energético que no sólo contribuye al medio ambiente, sino que se preocupa por nuestro presupuesto a final de mes. Vamos a resumir los que Forrester ha señalado:

1. Lo que me ahorro apagando el ordenador lo gasto poniéndolo en marcha. Evidentemente, esto no es así, y sólo hay que echar cuentas: si por media un PC consume 89W por hora y lo tenemos 16 horas encendidos, eso es mucho más de lo que puede consumir cuando se enciende (el tiempo de carga es muy breve en comparación, y la máquina nunca se pone a trabajar al 100%).

2. El salvapantallas ahorra energía. Falso. El salvapantallas impide que la gráfica o el monitor se dañen con imágenes fijas, pero en ningún caso ahorran energía, porque estos dispositivos no dejan de usarse. La mejor manera de ahorrar es apagar el monitor cuando no lo estemos usando.

3. Apagar y encender mi PC reduce su rendimiento a la larga. Según Forrester, esto era parcialmente cierto antes, pero con el hardware moderno, se permiten más de 40.000 ciclos de apagado/encendido, media a la que no se acerca ni de lejos una máquina con una vida de entre 5 y 7 años y de uso habitual.

4. No se pueden aplicar actualizaciones o parches en modo de ahorro energético. Se puede encender un ordenador mediante Wake On Lan para aplicar esos parches, y hay modos de ahorro de energía que permiten dejar el PC en modo de bajo consumo pero funcional.

5. Los usuarios tienen baja tolerancia a la hora de dejar descansando sus PCs. Siempre y cuando se muestren los beneficios del ahorro energético y las formas que tenemos de hacer que los ordenadores funcionen a modo de bajo consumo, todo el mundo puede comprender lo que, al final, acabamos ahorrándonos.

Más detalles sobre el informe Forrester, aquí.

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