domingo, 31 de mayo de 2009

Primer contacto con Windows XP mode

Ya os comentamos hace unos días que Windows XP vendría integrado en Windows 7. La idea en un principio resultaba positiva, pero antes de opinar era mejor esperar y tener algún dato de prueba real. Pues bien, desde Tech Report nos llega una primera toma de contacto con el XPM (versión beta), que no viene incorporado en Windows 7 RC.

Aunque no se sabe el porqué, no lo han incluido directamente con Windows 7 RC, conseguirlo no ofrece mucha dificultad. Lo único que necesitas es el espacio en disco que requieren, 4.88MB para la beta Windows Virtual PC y 445MB para la beta de Windows XP Mode, que podéis descargar desde la página oficial de Microsoft. La instalación se produce como si instalaras un paquete de actualizaciones, por lo que te pedirá que reinicies el equipo. Una vez hecho esto, nos aparecerá una entrada en el menú de inicio llamado "Virtual Windows XP".

La primera vez que intentas iniciar el XPM te salta un acuerdo de licencia, donde hay que poner una contraseña para la instalación de XP. Tras unos 6 minutos viendo la barrita de progreso, se inicia automáticamente la ventana de Windows XP listo para usar.

Este escritorio virtual de Windows XP, permite conexión a Internet, portapapeles compartido y acceso al disco duro de Windows 7, por lo que instalar aplicaciones antiguas y copiar archivos debería ser relativamente fácil. Sin embargo, el sistema de "arrastrar y soltar" archivos entre el escritorio virtual y el de Windows 7 no funciona, aunque siempre queda el cortar y pegar.

En un primer vistazo, el escritorio aparece perfectamente representado, si bien no hay una forma clara de apagarlo, y al cerrar Virtual PC por defecto queda en estado de hibernación. También tienes la opción de correrlo a pantalla completa, pero siempre con una barrita que aparece en la parte superior para que no te "pierdas" dentro del XPM. Por otro lado, los juegos basados en OpenGL/Direct3D parece que no funcionan.

Esto no deja lugar a dudas, el XPM no es para jugadores, si no para gente de negocios o usuarios que por una razón u otra tiene aplicaciones, datos o cosas importantes que sólo funcionan bajo Windows XP, pero quieren actualizar a Windows 7 (por ejemplo empresas cuya productividad depende de viejas aplicaciones). En estos casos es donde el XPM resulta de utilidad. También para usuarios con periféricos sin controladores para Win 7.

El uso de esas aplicaciones para Windows XP es muy sencillo, simplemente se abre el escritorio virtual del XPM y se instala ésta, apareciendo un icono de la misma en el escritorio de Windows 7. Si tienes el escritorio virtual cerrado y ejecutas el icono que se creó en el de Windows 7, la aplicación se abrirá automáticamente bajo una ventana de XPM. Por otro lado, las notificaciones de seguridad características de Windows XP están en el XPM.

En definitiva, aunque es una idea bien intencionada, teniendo en cuenta las limitaciones y requisitos del XPM, es posible que no tenga una buena aceptación.

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