A pesar de esto, parece que Intel no está dispuesta a poner demasiado empeño en acelerar la llegada del USB 3.0, puesto que no va a poner demasiado de su parte en un principio. Lo que queremos decir exactamente con esto es que Intel, según EE Times, no soportará USB 3.0 en sus chipsets hasta algún momento de 2011, y los vendedores que opten por añadirlo en sus placas tendrán que volver a utilizar los costosos controladores de terceras compañías.
Esto quiere decir que no veremos USB 3.0 en placas base económicas, y lógicamente tampoco veremos demasiadas unidades USB 3.0, puesto que no existe de momento mercado para ellas. En definitiva, a esperar.
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