El líder de la Fundación OLPC, Nicholas Negroponte, ya ha anunciado que habrá una reducción de personal y sueldos, además de que pondrá fin a su participación en el desarrollo de Sugar.
La situación económica global también afecta a este tipo de iniciativas, y la prueba es el reajuste que ya está sufriendo el proyecto OLPC. Aunque no es la primera vez que sufre retrasos y problemas técnicos. Lleva meses en una situación de incertidumbre, después de falsos litigios y conflictos internos, pero la intención de Negroponte es seguir adelante a pesar de todo.
El proyecto de mejora de este terminal, destinado a países en vías de desarrollo, se basa en dos pantallas táctiles y en una forma similar a la de un libro convencional. Negroponte asegura en la Wiki de OLPC que para poder seguir operando deberán hacer reajustes.
Según declaraciones del propio Negroponte: "al igual que muchas otras organizaciones sin animo de lucro que se enfrenta a difíciles tiempos económicos, One Laptop per Child debe recortar a fin de mantener los costes. Hoy estamos reduciendo nuestro equipo en aproximadamente un 50 por ciento y habrá reducciones de sueldo para las 32 personas restantes (...), aunque estamos entristecidos por este desarrollo de los acontecimientos, seguimos firmemente comprometidos con nuestra misión de conseguir ordenadores portátiles a lo niños de los países en vías de desarrollo".
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