Ante un caso de tales dimensiones no cabe duda de que los padres quizá han ofrecido demasiada libertad a la niña de 13 años que en un mes escribió la friolera de 14.528 SMS a través de la operadora estadounidense AT&T.
El caso es verídico, y no un error de la operadora. La factura dispone de 440 páginas en las que se detalla el acontecimiento. Según palabras del padre, que calculadora en mano se puso a echar cuentas, si quitaba las horas de sueño de la niña, había escrito un SMS cada 2 minutos como media durante el tiempo restante del día.
Por suerte para el padre, tenía contratado un servicio de tarifa plana de SMS para la niña, lo cual le ha ahorrado un coste de 2.905 dólares que hubieran tenido los SMS tarificados de forma tradicional, 20 céntimos/unidad según AT&T.
El caso se ha saldado con la prohibición por parte de los padres del uso del teléfono después de cenar, algo que probablemente no tenga demasiada repercusión en la manera de actuar de la chiquilla.
¿Podrían haberla inscrito en el libro de los récords Guinness y sacar algo de todo el asunto?
Nota del editor: noticia curiosa, pero hay otro caso peor: 35,463
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