La futura PlayStation 4 parece que abandonará el chip Cell como procesador principal. Ello no es debido a falta de potencia o posibilidades sino más bien a los problemas que está creando a los programadores de juegos.
La idea que sostenían Sony, IBM y Toshiba era fabricar lo que han denominado SPU2, lo que viene a ser la actualización de los SPU actuales pero dejando los 256 KB de memoria local como caché y dotar a cada SPU la posibilidad de acceder a la memoria principal, de manera que se facilita la programación en un único entorno.
Sin embargo parece que la solución por la que apostará Sony será un procesador multinúcleo de manera muy similar a los procesadores que montan los PCs. De todas maneras estamos adelantando sucesos que no verán la luz de aquí a mínimo dos años.
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