El viernes pasado, quizá en un momento en que la gente estaba menos pendiente, Facebook hizo públicas las nuevas funcionalidades con las que va a sorprendernos.
Atención a lo nuevo: "Estamos proponiendo una serie de revisiones a nuestra Política de Privacidad y Afirmación de Derechos y Responsabilidades para dejar espacio a algunos emocionantes productos que estamos contemplando. No todos estos productos han sido terminados y algunos todavía no están construidos. Sin embargo, hemos definitivamente identificado algunas oportunidades interesantes para mejorar la forma en que compartes y te conectas con las personas y las cosas en tu vida".
Con estos parámetros tan poco claros, mejor ir con pies de plomo, pero podemos hacernos una idea cuando leemos que nuestros datos estarán a disposición de: "Sitios y aplicaciones pre-aprobados de terceros", es decir, se podrá solicitar información acerca de los usuarios desde sus cuentas cuando se conecten, por ejemplo, a Facebook Connect.
Según la red social, esto mejora la experiencia; la contrapartida es que un usuario puede solicitar que se borre su información de los sitios que la hayan cogido. Antes ya nos quedaba claro que usar una red social como Facebook conllevaba algunos riesgos en cuanto a la privacidad: ahora tenemos que saber que parte de nuestra información también puede salir de nuestra red social. Es justo así, ¿verdad, señor Zuckerberg?
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